Solo una viga de principios del siglo XX, con sus hoscos remaches a la vista, conoce toda la historia de la toledana Sithon’s. Estaba allí el 13 de octubre de 1969 y ahí sigue 55 años después en el mismo lugar de la discoteca más antigua de España, la que ha permanecido abierta ininterrumpidamente –pandemia aparte– y bajo la misma dirección desde su apertura.
«Normalmente estas empresas duran muy poco. Se pasan de época o de edad» o «se cierran, se vuelven a abrir con otros nombres» pero «nosotros seguimos misma empresa, misma familia, mismo nombre y peleando», explica a Europa Press uno de los gerentes actuales, Jorge Losada Szekely, quien reconoce que «esto fue una revolución, de poder salir y despeinarse», aunque luego «había que ir a la misa el domingo, como buen cristiano».
Coincidiendo con este aniversario, Losada detalla que la idea de montar Sithon’s fue «una aventura» de su padre, un toledano que trabajaba en Torremolinos en una tienda de cerámica de Talavera y damasquinos y era «muy lanzado». Tanto, que se enamoró de una húngara que acabó viviendo en Suecia y había venido a España de turista con su madre «porque le habían dicho que el sol de la costa era maravilloso y muy sano».
Antonio Losada y Francisca Szekely se casaron y se vinieron a Toledo, donde habitaba una sociedad «muy cerrada» –«todavía dicen que somos cerrados los toledanos, pues imaginaos hace 60 años», apostilla–, y que «no sabía lo que era una discoteca ni una sala de fiesta ni nada». «No habían visto el mar, ¿cómo iban a saber lo que era una discoteca?», reflexiona.
Con ese contexto, Antonio Losada, que era «muy loco, montando negocios muy lanzados», abrió «un sitio donde reunirse, leer» y que tenía a la «juventud muy contenta», tal y como describía un artículo de la revista Alcázar, que rememora Jorge Losada, sobre el día de la inauguración de Sithon’s, que continúa en el callejón del Lucio, número 5, en los bajos del antiguo cine Alcázar.
LAS LENTAS, MOMENTO «CULMEN»
La discoteca, que creen que debe su nombre a una mariposa griega aunque hay otras versiones, se convirtió en un sitio donde la gente acudía a bailar, a disfrutar y «a relacionarse, como en todos lados, sin carabinas, que antes se iba siempre con carabinas», recuerda. De hecho, cuando llegaba el momento de poner canciones lentas «pues eso era el momento culmen, porque ibas a agarrarte a alguien para bailar».
«El que tenía pareja pues aprovechaba y el que no pues se quedaba esperando que le pidiesen salir. Supongo que a todos nos han contado que en España pasaba eso, pero bueno, aquí lo hemos vivido», asegura.
«Mi madre dice que las casadas salían a primera hora con los maridos y se iban a casa para ser decentes y luego las solteras salían en la segunda sesión de la noche con las parejas». En aquella época había dos sesiones, una que cerraba a las 22.00 horas, se limpiaba, y se volvía a abrir de las 23.00 horas a las 3.00 horas, aunque en otras llegó a abrir todos los días.
Cuando el padre de familia fallece, es la madre de los hermanos Jorge y Antonio la que se hace cargo de un negocio familiar que ellos conocieron desde muy jóvenes. «Nosotros llevamos toda la vida aquí. Mi madre nos tenía en el ropero trabajando cuando éramos pequeños. Era lo normal» en aquella época, aclara.
Por eso pueden decir que por Sithon’s «ha pasado todo el mundo», desde políticos a militares y a gente de todos los estamentos sociales. Bueno, todo el mundo no. «La iglesia no la recuerdo yo, fíjate, pero claro, es que esto era el infierno, supongo», bromea Losada, quien recuerda que en este local se han grabado incluso programas de televisión como el de ‘Aplauso’.
Con el cálculo perdido de cuántos trabajadores han pasado por Sithon’s, a la primera de las fiestas programadas este año por el 55 aniversario acudieron antiguos camareros, «algunos con 80 años». «Antes era un trabajo para toda la vida. Eran camareros con pajarita, con profesión, de bandeja, de chaleco» y ahora hay gente más joven, mayormente estudiantes, «que vienen una temporada» y luego se dedican a sus trabajos.
PROGRAMACIÓN ANIVERSARIO
Esa fiesta del 55 aniversario fue la primera de un año que promete una programación «muy extensa». «Nosotros vendemos diversión y tenemos que hacer que la gente se divierta, innovar y que la gente salga con ganas de volver», subraya Jorge Losada.
Dentro de esa programación, habrá eventos de distintos estilos musicales de versiones en inglés, indie, o la ‘Fiesta del Petardeo’, sin descartar alguna del tipo ‘Yo me enamoré en Sithon’s», ha detallado por su parte la Relaciones Públicas del local, Marta Medina.
Ella se encarga de desvelar algunas de las miles de anécdotas que ha vivido desde que llegó a Sithon’s en el año 2002. «Hay mucha gente que se ha conocido aquí, muchos amores», o los que hicieron la mili hace muchos años y vuelven ahora pidiendo ver la discoteca.
«Una vez nos dejamos a un portero encerrado en la sala, creíamos que había salido, y resulta que lo habíamos dejado encerrado». Alguna que otra vez se ha dormido algún cliente, al que «le ha venido bien», y también están los que «han bajado las escaleras rodando» o aquellos a los que se les ha encontrado «demostrando muy efusivamente su amor».
Por Sithon’s también han pasado famosos como el torero Morante de la Puebla, después de una corrida del Corpus; Álvaro Lorenzo, de Los Rebujitos –que llegó a cantar en directo–, o los integrantes de Taburete, que cogieron un reservado tras actuar en otra sala de la ciudad.
HEMOS VUELTO A LO DE ANTES
Medina recuerda cómo ha ido cambiando la discoteca, a la que ella acudía con 16 o 17 años tras los partidos de fútbol sala de los domingos. «Veníamos por la tarde, aquí había un bingo» que daba «una botella de champán a la línea y 5.000 pesetas el bingo» y el local se cerraba cuando llegaba la persona que limpiaba, «que daba las luces, te tiraba lejía y entonces salíamos todos de la parte de arriba corriendo», rememora.
Ahora el público no ha variado pero la forma de divertirse la juventud sí. «La gente de los ochenta hemos tenido la suerte de tener, que yo no digo que no sean correctas, menos limitaciones», admite, aunque precisa que la pandemia ha «cambiado mucho» el concepto de salir, de tal manera que «hemos vuelto un poco a lo que hacíamos antes, que era salir a las seis de la tarde».
Sithon’s también ha ido «sobreviviendo y adaptándose» a nivel musical. «Ahora mismo ponemos 80, 90, actual o indie», detalla la Relaciones Públicas. «Lo que no estamos es con el perreo», confiesa tajante. El interior de la sala también «ha ido evolucionando mucho» físicamente, aunque mantiene su porte ochentero, de tal manera que pueda venir una persona de 50 años y una de 28.
Consciente de la suerte que supone no contar con vecinos ni nadie a quien molesten alrededor, Sithon’s continuará abriendo los viernes y sábados en su horario habitual, salvo si hay tardeo, que entonces se adelantará, como ocurrirá esta próxima Navidad, para atender a los clientes que salen a comer o cenar.
Marta Medina reconoce que le «encantaría» celebrar los 100 años de Sithon’s. «Sería, la verdad, un punto», declara, sin poder detallar la clave del éxito. «Tú le hablas a la gente de Sithon’s y es Sithon’s. Vendrás o no vendrás, pero es Sithon’s».
Para Jorge Losada, la discoteca ha triunfado porque ha «mezclado siempre muchas edades» y se sigue intentando hacer. «Yo creo que es el secreto», concluye.