La tradicional procesión de la Virgen de la Guía, una de las festividades más emblemáticas de Toledo, no pudo celebrarse este año debido a las condiciones meteorológicas. La imagen, que cada año recorre los alrededores de la ermita situada en un enclave único de la ciudad, permaneció en el templo mientras los fieles toledanos se acercaban para rendirle homenaje.
A pesar de la suspensión de la procesión, el alcalde de Toledo, acompañado por varios concejales de la Corporación Municipal, acudió a la ermita para acompañar a los ciudadanos que asistieron a la celebración. Muchos de los presentes expresaron su devoción participando en los actos litúrgicos que se realizaron dentro del recinto.
La Virgen de la Guía es una advocación muy querida en Toledo, y su festividad reúne cada año a numerosos vecinos, que esperan con ilusión este evento religioso. Aunque este año la imagen no pudo recorrer su habitual camino, los asistentes mantuvieron viva la tradición con su presencia en la ermita, reafirmando la importancia de esta devoción en la vida cultural y religiosa de la ciudad.