El piloto español Isidre Esteve ha compartido su experiencia sobre la Fundación que lleva su nombre, la cual cofundó junto a su esposa y entrenadora personal, Lidia Guerrero. Esta iniciativa nació tras el accidente que sufrió en 2007, que lo dejó en silla de ruedas, y a la que considera una herramienta esencial de integración social.
Un accidente que cambió su vida
Isidre Esteve sufrió una grave caída durante la Baja Almanzora en Almería en 2007, lo que le provocó una lesión medular con fracturas en las vértebras T7 y T8 al impactar contra una piedra en un río. Aunque tuvo que abandonar las competiciones en moto, su espíritu competitivo lo llevó a reincorporarse al mundo del deporte, esta vez en coches.
El inicio de la Fundación Isidre Esteve
Tras recibir el alta hospitalaria, Esteve se enfrentó a una nueva realidad llena de limitaciones. Fue durante su proceso de rehabilitación que, junto a Lidia Guerrero, decidieron compartir su experiencia y metodología para ayudar a otros en situaciones similares. Así, en 2011, nació la Fundación Isidre Esteve.
Un proyecto de integración social
En una entrevista con Europa Press, Esteve expresó su orgullo por el proyecto: «Es una herramienta de integración universal que ayuda muchísimo a todas las personas», afirmó el piloto de 53 años. El primer objetivo de la Fundación fue crear un espacio que sirviera de puente entre el final de la rehabilitación y la integración social a través del deporte. Este espacio, conocido como Centro Puente, se encuentra en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés y en Vigo.
Ampliación de la misión de la Fundación
En 2019, la Fundación modificó sus estatutos para ampliar su ámbito de actuación a personas en situación de vulnerabilidad social. Actualmente, trabajan con ocho mujeres en proyectos dirigidos a víctimas de violencia de género y también colaboran con jóvenes migrantes sin referentes familiares, iniciativas que comenzaron en 2021. «Estamos muy contentos de esto, es algo maravilloso», destacó Esteve.
Actividades inclusivas y avances tecnológicos
Además, la Fundación organiza anualmente una jornada de deporte inclusivo en el Circuït Barcelona Catalunya, llamada Gran Premio FIE, que busca demostrar que personas con y sin discapacidad pueden competir juntas. Uno de los logros más destacados de Esteve es el desarrollo de un cojín inteligente, llamado ‘Nubolo’, que utiliza en competiciones como el Rally Dakar. «Hemos mejorado sustancialmente nuestra experiencia como competidores en la élite», celebró.
El impacto emocional de la Fundación
Para Esteve y Lidia Guerrero, la Fundación es un pilar fundamental en sus vidas que les brinda «muchísimo a nivel emocional». «Contamos con un proyecto deportivo que nos mantiene conectados con el mundo de la competición, que nos apasiona, y un proyecto social que nos hace sentir bien. Es genial», concluyó el piloto.
