El elegante Centro Cultural El Salvador se llenó hasta el último asiento para disfrutar de la voz, el piano y la puesta en escena de Edith Salazar, encargada de abrir la XXIII edición del Festival Internacional de Jazz ‘Ciudad de Talavera’. El arranque oficial contó con la presencia del alcalde José Julián Gregorio, acompañado por el concejal de Cultura, Enrique Etayo, y la responsable de Festejos, María Pilar Guerrero, que no quisieron perderse el arranque de uno de los grandes reclamos culturales del verano en la provincia de Toledo.
Una lluvia de jazz hasta el 26 de julio
El calendario de conciertos se prolongará hasta el 26 de julio y traerá a la ciudad imperial nombres de primer nivel: Judith Hill, Betta & The Groovers, Caminero Cuarteto, Lorenzo Azcona Quinteto, The Clams, Daahoud Salim 5tet y Talavera Big Band, entre otros. La programación se completa con los ciclos Jazz de Medianoche y Jazz de Mediodía, el Certamen de Jóvenes Músicos de Jazz y los concursos Fotojazz y Dibujazz, que llenarán de ritmo cada rincón de la ciudad.
Reconocimiento cerámico y propuesta creativa
Al término del concierto, Gregorio entregó a la intérprete venezolana‑española una placa de cerámica talaverana—auténtico sello de identidad local— distinguiéndola como Patrimonio de la Música. El alcalde invitó además a Salazar a “componer un tema que se titule Talavera” para poner en valor la hospitalidad de sus gentes y el prestigio patrimonial y cerámico de la ciudad.
Una artista de formación poliédrica
Salazar, cantante, pianista, compositora, productora y docente, sedujo al público con un repertorio donde confluyeron jazz, blues, bolero, bossa‑nova, rock y pop. Todo ello sonó en el histórico piano de 1940 donado a Talavera por la familia de Pedro Sarmiento, un instrumento que ayer volvió a latir con fuerza gracias a la expresividad interpretativa de la artista.
Invitación abierta en la Plaza del Pan
El regidor animó a “todos los talaveranos y visitantes” a disfrutar del mejor jazz al aire libre en la Plaza del Pan, convertida durante estos días en el auténtico corazón del festival. Con la música como excusa, la ciudad espera repetir el lleno total de esta primera noche y consolidar su cita jazzística como una de las más atractivas de Castilla‑La Mancha.