La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) ha llevado a cabo una significativa actividad en el contexto de la Feria del Libro 2025 en Toledo, centrada en destacar las vidas de cinco mujeres «luchadoras» de la Franja de Gaza a través del cómic social, ofreciendo una perspectiva optimista.
Una actividad con propósito en la Feria del Libro
Este evento tuvo lugar el pasado viernes en la emblemática plaza de Zocodover, el corazón de la Feria del Libro. La coordinación estuvo a cargo de Ana Sánchez, técnica de Unrwa en Castilla-La Mancha, junto al ilustrador David Marto. La actividad contó con la participación entusiasta de alumnos de la Escuela de Arte y del IES ‘El Greco’ de la capital regional.
El cómic como herramienta de expresión
Sánchez explicó que el objetivo de esta iniciativa es explorar el cómic social desde la experiencia de las mujeres refugiadas de Palestina, utilizando como referencia el cómic ‘Gaza Amal 2’, de Susana Martín. Esta obra, recientemente reeditada por Unrwa, continúa relatando las vivencias de mujeres reales en la Franja de Gaza, en el contexto de la ofensiva israelí de 2023.
Empoderamiento a través de historias
La actividad busca permitir que los estudiantes creen «historias nuevas» donde estas mujeres y niñas sean las protagonistas, no desde una posición de sumisión, sino como agentes con su propia historia y fortaleza. «Queremos que estas narrativas muestren la vida y no la muerte», subrayó Sánchez, enfatizando que el propósito es retratar a estas mujeres superando los desafíos diarios y luchando por un futuro mejor para ellas y sus familias.
Fomentando derechos humanos y paz
Además, Sánchez añadió que el taller tiene como meta promover los derechos humanos y la paz, priorizando estos valores sobre la muerte y el conflicto.
Detalles del taller de cómic
Por su parte, el ilustrador David Marto, quien lideró la parte creativa del taller, explicó que se abordaron conceptos básicos sobre el cómic, incluyendo recursos, tipos de planos y ángulos. Luego, los estudiantes trabajaron con plantillas de cuatro viñetas para desarrollar sus propios cómics.
Marto compartió que la experiencia ha sido «muy bonita», destacando que lo fundamental es que los alumnos «disfruten, aprendan y se sensibilicen a través de sus historias».