Los secretarios generales de CCOO y UGT, Javier Ortega y Lola Alcónez, han expresado su preocupación por la escasa colaboración y la falta de alternativas ofrecidas por la empresa Mahle en relación con el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha planteado a nivel nacional. Este ERE afectaría a 550 trabajadores en la planta de Motilla del Palancar, en la provincia de Cuenca.

Preocupación por la falta de avances en la negociación

Durante una concentración en Toledo, que se llevó a cabo en apoyo al pueblo palestino, Ortega ha manifestado su inquietud, señalando que la negociación no ha progresado en absoluto. Además, ha criticado que la empresa no ha proporcionado «ninguna otra información más allá de su objetivo: despedir a 550 personas en su planta de Motilla». Según Ortega, «no vemos que la empresa plantee alternativas de trabajo ni salida a este problema».

Petición de intervención a las autoridades

Ante esta situación, el secretario regional de CCOO ha instado a la Junta de Comunidades y a los ministerios de Industria y Trabajo a «dar un paso adelante para buscar una solución que garantice al máximo los empleos». En caso de que no sea posible evitar los despidos, ha solicitado que se elabore un plan de reindustrialización para la zona afectada.

Visita del Comité Europeo y posible movilización

Este jueves, 16 de enero, está programada una visita a la fábrica por parte de miembros del Comité Europeo de Mahle. CCOO espera que los dirigentes de la empresa tomen conciencia del «enfado» y la «preocupación» de los trabajadores respecto al futuro de sus empleos. Ortega ha reiterado que la plantilla está considerando «movilizaciones rotundas», incluyendo «la convocatoria de una huelga», y ha enfatizado que CCOO «está trabajando de manera permanente en el ámbito jurídico».

UGT y la mesa de negociación

Por su parte, Lola Alcónez ha recordado que existe una mesa de negociación abierta en relación con este ERE, la cual tiene un plazo de aproximadamente un mes para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, ha señalado que «las previsiones son difíciles» debido a la «poca colaboración en el diálogo por parte de la empresa». Alcónez ha solicitado al Gobierno regional y nacional que se mantenga el respeto al plazo del ERE, describiendo la situación como un «momento de impasse», y ha confiado en que los resultados de la negociación sean lo menos «lesivos» posible para los empleados afectados.