El exciclista profesional Luis Pasamontes ha presentado este jueves en el Club Deportivo de Bilbao su iniciativa ‘The League of Gregarious’, un proyecto nacido hace 8 años en el que directivos, empresarios y otros profesionales del deporte y la empresa comparten experiencias poniendo en valor la importancia del espíritu del ‘gregario’ tan importante en el ciclismo.
«Los gregarios deben liderar situaciones en su día a día y los grandes líderes también deben ejercer de gregarios si su equipo lo requiere, eso los hará más líderes aún. Es el momento actual, lo que toca vivir en un mundo de competitividad máxima y con cambios constantes», comentó el exciclista del Movistar Team.
Al acto acudieron el exciclista neerlandés Mathieu Hermans y el excorredor de ciclocross David Seco. Pasamontes ha elegido a un antiguo compañero para liderar la ‘grupeta’ del norte, el exciclista profesional David López, quien militó también en el Movistar Team y el Sky.
Tras 16 años en el circuito profesional y siendo pieza clave para victorias en las ‘grandes’ rondas por etapas trabajando para líderes como el británico Chris Froome o Alejandro Valverde, López trasladará su experiencia a este grupo que persigue disfrutar de la bici, pero sin olvidar todo lo bueno y potente que surge a su alrededor.
«Estoy ilusionado de seguir disfrutando de lo que más me gusta y de mostrar a todos los Gregarious las innumerables posibilidades que tiene nuestra región», indicó el exciclista vizcaíno, quien debutó en el profesionalismo en 2003 en el Cafés Baqué antes de fichar por el Euskaltel-Euskadi.
Además de salidas guiadas con David López, el club de los gregarios organizará experiencias con grandes corredores que sirvan de inspiración a los participantes como ya lo han sido Miguel Induráin, Roberto Heras, Luis León Sánchez, Óscar Freire, Alberto Contador, David Valero, Carlos Coloma y, entre otros, Alejandro Montalvo.
Este club de gregarios otorga también sus premios en una gala anual, donde han sido reconocidos Sepp Kuss, Jose Joaquín Rojas, Imanol Erviti, Jonathan Castroviejo y Carlos Verona. Los premios G ya se han convertido en un clásico que fusiona deporte, empresa, cultura y solidaridad de unos gregarios que ya han llegado a País Vasco.