El ciclista británico Jake Stewart (Israel-Premier Tech) ha ganado este jueves la quinta etapa del Critérium du Dauphiné, disputada entre Saint-Priest y Mâcon sobre 183 kilómetros, en un esprint masivo con doble sorpresa, porque estuvo cerca de no tener lugar por la entrega de una fuga cazada a última hora y, segundo, porque el gran favorito Jonathan Milan (Lidl-Trek) fue quinto.
Dos de los grandes nombres de los velocistas actuales se metieron en la lucha por la etapa pero se quedaron sin gas; Jonathan Milan, ganador de la segunda etapa de este Dauphiné, fue quinto y el maillot verde de los puntos, el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck), fue noveno.
Así que el gran trabajo del pelotón, en buena parte liderado por el Lidl-Trek del esprinter italiano, no sirvió de nada porque el vencedor, merecido por su gran esprint, fue el británico Jake Stewarts, que a sus 25 años pudo celebrar su cuarta victoria profesional. Todas ellas, como anécdota, logradas en Francia.
Stewart se situó muy bien en la recta final pese a no tener ayuda de ningún compañero y, por el centro, abrió un ataque que le dio una ligera ventaja que supo mantener. Por detrás, sus rivales peleaban entre ellos por hallar una vía directa a meta pero fueron incapaces de lograrlo. Al final, Axel Laurance (INEOS Grenadiers) fue segundo y Soren Waerenskjold (Uno-X Mobility), tercero.
En la misma avenida de la línea de meta, en la rotonda que el grupo –que venía en sentido contrario– tomó antes de la lucha final, se cayó el líder de la prueba, el belga Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step), sin aparentes consecuencias físicas y sin pérdida de tiempo al estar en la zona protegida.
Y algo antes, a falta de 1,9 kilómetros para el final, el gran grupo pudo acabar con los tres últimos fugados de la jornada. Tres valientes –Jordan Labrosse (Decathlon AG2R La Mondiale Team), Thibault Guernalec (Arkéa-B&B Hotels) y Benjamin Thomas (Cofidis)– que se entendieron muy bien y, por momentos, pareció que podrían aguantar la caza del pelotón.