Los organizadores de la París-Niza han anunciado este viernes que la séptima etapa, que debía disputarse este sábado sobre casi 150 kilómetros y pasando por La Colmiane, finalmente tendrá apenas 109 kilómetros y, pese a mantener la llegada inicial en Auron no se pasará previamente ni por La Colmiane ni por la cota de Belvédère.
Tras analizar las condiciones meteorológicas previstas en el departamento de los Alpes Marítimos durante toda la semana, las previsiones siguen siendo «desfavorables» para el sábado, sobre todo en las zonas altas, y la organización de la carrera ha optado por modificar el trazado original de la séptima etapa.
Para «garantizar la seguridad de los corredores», la decisión consensuada por organización, autoridades y equipos es la de mantener la llegada fijada en Auron sin cambios, pero eliminar por no reunir las «condiciones de seguridad necesarias» el Col de la Colmiane y utilizar el descenso siguiente.
Así pues, los corredores se saltarán la Côte de Belvédère y el Col de La Colmiane y seguirán recto después de 55,8 km para continuar por el Valle del Var y luego por el Valle de Tinée.
«Poco antes de Saint-Sauveur-sur-Tinée, los ciclistas retomarán el recorrido previsto inicialmente para los 32,5 km finales de la etapa. La 7ª etapa tendrá 109,3 km en lugar de 147,8 km», detalló la París-Niza.