El Papa ha recibido esta mañana en el Vaticano a una delegación de Cáritas Toledo a quienes ha recordado que su labor va más allá del «civismo» y la «filantropía».
En la audiencia con motivo de los sesenta años de servicio caritativo de esta diócesis española, el Papa ha alabado su compromiso y ha dicho que «va más allá del bien concreto que se le puede hacer a una persona». Así, ha instado a asumir el desafío de ser «motor de cambio dentro de la sociedad» mediante la difusión del espíritu de caridad y justicia, con el fin de despertar en todos los hombres y mujeres de buena voluntad «una conciencia más fraterna».
«No son solo un ejemplo de civismo y filantropía», ha subrayado. A continuación, ha remarcado que, en sus acciones cotidianas en favor de los más vulnerables, deben convertirse en «instrumentos de evangelización». Para el Pontífice, la evangelización se hace a través del lenguaje «universal de las obras de caridad», que son como «un idioma comprensible para todos, escrito con el testimonio y el esfuerzo de todos los agentes de Cáritas, comprometidos con Jesucristo y con su Evangelio».
Así, ha afirmado que se trata de una «meta ciertamente alta» que se alcanza a través del «trabajo artesanal» de cada uno de los responsables de la acción socio caritativa. Asimismo, ha destacado la necesidad de una «formación humana y espiritual.