La calle Comercio luce este verano un techo de telas ocres y beis que mitigan el calor y respetan la estampa monumental. El concejal de Promoción Económica y Empleo, Juan Marín, confirmó que ya se ha completado la instalación de todos los toldos, una petición recurrente del vecindario “que ahora es realidad”.

El proyecto, financiado con 40.000 euros, incluye fabricación a medida, primera colocación y retirada. Desde este año los toldos son propiedad municipal y, a partir del próximo verano, será el propio Ayuntamiento quien se encargue del montaje.

La cobertura se prolonga de Zocodover a Toledo Ohio (cuesta de Belén) con seis metros de anchura, y de ese punto a las Cuatro Calles con tres metros, ensanchándose en la plaza de Solarejo, donde el sol castiga más. Hay tramos sin cubrir para no tapar la vista de la torre de la Catedral. Las lonas permanecerán hasta finales de septiembre u octubre, según evolucione el tiempo.

Marín defiende que no siempre es posible crear sombra con arbolado en calles históricas y avanza que, si el presupuesto lo permite, se estudiará ampliar la iniciativa a otros puntos como el Paseo de Federico García Lorca (Polígono), la calle de Santo Tomé y más barrios. En esas futuras fases podrían usarse tonos más coloridos, según la integración con cada entorno.

El edil recordó, además, que el Consistorio ya apoyó el año pasado la colocación de toldos en Martín Gamero y el toldo de crochet de ‘Azucaica Teje’, ambos reinstalados este verano, prueba —dijo— de que estas acciones “funcionan y son bien recibidas” por vecinos, comercios y visitantes.