Una vez concluidas las obras de restauración del tejado, la Casa Museo de Cervantes de Esquivias reabrirá sus puertas el próximo sábado 3 de agosto.
Esquivias ha preservado a lo largo del tiempo una mansión ilustre que mantiene intactas todas las características de las casonas de labradores acomodados del siglo XVI. Esta típica casona de dos plantas cuenta con un patio empedrado al que se accede por un gran portalón. Conserva perfectamente la estructura de los techos con vigas vistas, así como las puertas con herrajes y las rejas de las ventanas.
En 1971, la casa fue declarada Monumento Histórico-Artístico. Más tarde, en 1990, la Fundación Ramón Areces otorgó al Ayuntamiento de Esquivias los fondos necesarios para adquirir el inmueble, con la aprobación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, ya que hasta entonces era de propiedad privada. Las obras de restauración comenzaron en 1991 y la Casa Museo de Cervantes se inauguró el 12 de diciembre de 1994, coincidiendo con el aniversario del matrimonio entre Catalina de Palacios y Miguel de Cervantes.
Cada rincón de la mansión nos invita a imaginar cómo era la vida de las personas en el siglo XVI: las cocinas, las alacenas, los patios empedrados, el cuarto de costura, la cuadra, el lagar, los pozos, las paredes de tapial y la bodega, donde se almacenaban las enormes tinajas con el buen vino de Esquivias. Este vino llegó a ser muy famoso, como lo demuestra un decreto Real de 1530, que reservaba el vino de Esquivias para la casa real, la nobleza española y para enfermos y parturientas con receta médica. Cervantes menciona la calidad de estos vinos en el prólogo de «Los trabajos de Persiles y Sigismunda» y en un fragmento de «El coloquio de los perros».
El domingo 4 de agosto, de 10:30 a 14:00, se llevará a cabo una jornada de puertas abiertas para que el público pueda visitar las instalaciones.