Mocejón vuelve hoy a detenerse. Se cumple un año del asesinato de Mateo, el niño de 11 años que fue apuñalado en la mañana del domingo, 18 de agosto de 2024, cuando jugaba en el campo de fútbol Ángel Tardío. El suceso sacudió a este municipio de poco más de 5.000 habitantes y estremeció a toda la provincia.
El procedimiento sigue abierto: prisión y periciales psiquiátricas
La investigación la asumió el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Toledo. El acusado, español de 20 años, fue detenido el mismo día y desde entonces permanece en prisión: ingresó primero en Ocaña (Toledo) y, a los pocos días, fue trasladado al centro penitenciario de Segovia, que dispone de módulo para internos con discapacidad mental.
Un año después, siguen practicándose informes forenses y psiquiátricos para determinar si actuó en plenas facultades. La eventual pena dependerá de esas conclusiones y del juicio: podría ir desde prisión permanente revisable hasta internamiento en un centro psiquiátrico, e incluso absolución si se acreditara inimputabilidad en el momento de los hechos. En su confesión, el propio detenido habló de que “actuó mi otro yo”; su padre declaró entonces que su hijo tenía una discapacidad del 70 %. La última palabra la tendrá el tribunal.
Un pueblo unido por Mateo
Los días posteriores al crimen, miles de vecinos acompañaron a la familia en un funeral multitudinario. Aún resuenan los cánticos de aquella despedida que la localidad mantiene como símbolo de memoria y justicia.
Hoy, Mocejón sigue pidiendo que el caso no caiga en el olvido y aguarda que la justicia fije responsabilidades. Mientras avanza el proceso, la comunidad vuelve a abrazar a la familia con un mensaje sereno: Mateo no se olvida.