El exdirigente del Partido Socialista en Madrid, Tomás Gómez, ha manifestado que en el seno de la formación se descalifica y rechaza a aquellos que son considerados «traidores» por expresar opiniones diferentes. Para ilustrar su punto, Gómez ha señalado la discrepancia en el trato que reciben el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha sido objeto de insultos, en comparación con el «tratamiento de Molt Honorable» que recibe el expresidente catalán, Carles Puigdemont.

Declaraciones en el almuerzo coloquio

Gómez hizo estas afirmaciones durante un almuerzo coloquio organizado por la Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición, que tuvo lugar este miércoles. En el evento también estuvieron presentes destacados exdirigentes socialistas como Alejandro Cercas, Elena Flores y Pedro Bofill, así como la jurista Teresa Freixes y el periodista Emilio Contreras.

Críticas al liderazgo de Sánchez

Durante su intervención, Gómez advirtió que España se encuentra ante un «final de ciclo» y acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ejercer un «autoritarismo» que, según él, ha llevado a «podemizar» tanto al partido como al Ejecutivo. A su juicio, si el PSOE continúa bajo la influencia del populismo de izquierdas, está destinado a desaparecer.

Influencia del 15-M en el PSOE

El exdirigente socialista considera que el partido ha adoptado características del movimiento 15-M, afirmando que la democracia directa de las primarias ha debilitado la estructura de contrapesos de poder, lo que favorece el autoritarismo. Gómez argumenta que este proceso se inició con el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien, según él, desdibujó la «agenda redistributiva», fundamental para una «socialdemocracia robusta», al centrar su proyecto político en la «defensa de derechos civiles».

Emergencia del «superlíder»

Gómez sostiene que tras el 15-M, «los populismos» han crecido, dando lugar a la figura del «superlíder». Este fenómeno, según él, fue determinante en la caída del gobierno de Zapatero, transformando al PSOE en un partido «populista y polarizador», con un proyecto político dominado por un «poder unipersonal».

Falta de contrapesos y crítica a Sánchez

El exsenador ha expresado su preocupación por la ausencia de estructuras de control en el Partido Socialista, lo que, a su juicio, favorece el autoritarismo. «Los justos fariseos han tomado el PSOE», declaró Gómez, aludiendo a la respuesta de Sánchez en una reciente entrevista en RTVE, donde afirmó que «no piensa permitir que gobierne la derecha». Según Gómez, esta postura revela una concepción «instrumental» de la democracia, desestimando la capacidad de decisión de los ciudadanos españoles.

Perspectivas futuras para el PSOE

En conclusión, Gómez ha pronosticado que, si el PSOE no supera su «colonización» por el populismo de izquierdas, su desaparición será inevitable. Asimismo, ha anticipado el final de un ciclo marcado por una «podemización» interna que ha afectado a las instituciones del país.