Este miércoles, el Ministerio de Sanidad, junto a las Comunidades Autónomas, aprobó en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) la Estrategia de Inteligencia Artificial para el Sistema Nacional de Salud (eIASNS). Esta iniciativa representa un firme compromiso del Ministerio por impulsar la transformación digital del sistema sanitario mediante la incorporación de tecnologías avanzadas, con el objetivo de mejorar la equidad, la calidad y la eficiencia en la atención sanitaria.
Objetivos de la estrategia de inteligencia artificial
La Estrategia se inscribe dentro del Plan de Acción IASNS de la Estrategia de Salud Digital del SNS y se fundamenta en un análisis exhaustivo del estado actual de la implementación de las tecnologías de inteligencia artificial. Se establecen cinco objetivos fundamentales:
Visión común y homogénea
El primer objetivo consiste en establecer una visión común y homogénea sobre el rol de la inteligencia artificial en el SNS, creando un marco de referencia para su implementación tanto a nivel nacional como autonómico.
Desarrollo de procedimientos únicos
El segundo objetivo busca desarrollar procedimientos únicos y compartidos para la identificación, clasificación y evaluación de las soluciones de IA, garantizando su validación técnica, clínica y ética antes de integrarlas en el sistema.
Nuevas estructuras y roles
El tercer objetivo implica la creación de nuevas estructuras, servicios y roles específicos que gestionen la inteligencia artificial en cada comunidad autónoma, así como a nivel estatal, bajo un modelo de gobernanza colaborativa.
Formación especializada
El cuarto objetivo se centra en impulsar la formación especializada y la adquisición de competencias en inteligencia artificial para los profesionales sanitarios y técnicos involucrados en su desarrollo y uso.
Implantación de casos de uso
Finalmente, se busca coordinar la implementación de casos de uso específicos de alto valor para el SNS, promoviendo el aprendizaje mutuo y la interoperabilidad entre los distintos servicios de salud.
Principios rectores de la estrategia
Los objetivos estratégicos se organizan en torno a cuatro principios rectores: la fiabilidad, que garantiza que las herramientas de IA sean seguras, precisas y transparentes; la utilidad, orientada a generar valor clínico, organizativo y social; la humanización, que asegura una implementación centrada en las personas; y la universalidad, diseñada para que los beneficios de la inteligencia artificial lleguen a toda la ciudadanía en condiciones de equidad.
Aplicaciones consolidadas en el uso habitual
La Estrategia de Inteligencia Artificial para el Sistema Nacional de Salud subraya el notable avance de las tecnologías basadas en IA en el ámbito sanitario, tanto a nivel internacional como dentro del SNS. Se destacan aplicaciones que ya están consolidadas en el uso habitual, así como otras que se encuentran en etapas emergentes con gran potencial de desarrollo.
Entre las aplicaciones más avanzadas se incluye el diagnóstico asistido por imagen, cuyos algoritmos permiten detectar con alta precisión enfermedades como el cáncer de mama y pulmón, superando en algunos casos la capacidad diagnóstica media de los especialistas. También han proliferado los asistentes virtuales y chatbots médicos, que facilitan la gestión de citas y mejoran la comunicación del sistema sanitario con sus usuarios, además del reconocimiento de voz para transcripciones clínicas, que reduce la carga administrativa.
La inteligencia artificial también ha optimizado la gestión hospitalaria, aumentando la eficiencia en la planificación de turnos, la asignación de camas y la predicción de ingresos, con incrementos de eficiencia superiores al 30% en algunos centros.
Aplicaciones emergentes con gran potencial
La Estrategia identifica una serie de aplicaciones emergentes de alto valor estratégico cuya consolidación es prioritaria en los próximos años. Entre estas destacan la medicina personalizada, los asistentes quirúrgicos robóticos, los sistemas de detección precoz de enfermedades crónicas, la monitorización remota en tiempo real y el uso de gemelos digitales humanos.
Asimismo, se contemplan desarrollos aún más disruptivos en el medio y largo plazo, como el diagnóstico por voz mediante biomarcadores digitales, la creación de hospitales gestionados con inteligencia artificial y la integración total de la IA en la planificación sanitaria y en la respuesta ante crisis de salud pública.
Gobernanza y herramientas comunes
El modelo de gobernanza de esta estrategia se fundamenta en un liderazgo colaborativo, coordinado por la Comisión de Salud Digital del SNS y respaldado por una red de referentes técnicos y clínicos en cada territorio. Esta estructura tiene como objetivo garantizar una implementación homogénea, el intercambio de buenas prácticas y el desarrollo conjunto de proyectos piloto y herramientas comunes.
Se prevé la creación de unidades específicas de gobernanza de IA en los servicios de salud, que contarán con equipos multidisciplinares (clínicos, tecnológicos, éticos y legales) encargados de evaluar y supervisar las soluciones, así como comités éticos especializados en la inteligencia artificial aplicada a la salud, similares a los que ya existen en algunas comunidades autónomas y que han servido de referencia. El marco incluirá herramientas compartidas de evaluación y validación para clasificar algoritmos según su riesgo y utilidad.