El ciclista neerlandés Thymen Arensman (INEOS Grenadiers) ha firmado una épica victoria en la decimocuarta etapa del Tour de Francia, de 182,6 kilómetros entre Pau y Superbagnères y con la exigente subida al mítico Tourmalet como plato fuerte, en la que el esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates-XRG) ha defendido su ventaja al frente de la general tras contestar al ataque final del danés Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike).
Entre la niebla, Arensman remató la fuga a lo grande y coronó en solitario Luchon-Superbagnères, con 12,4 kilómetros al 7,5%, para completar su exhibición en una exigidísima jornada con 4.950 metros de desnivel. Pogacar, humano este sábado después de volar el viernes en la cronoescalada y de casi dictar sentencia el jueves en Hautacam, tuvo que conformarse con la segunda posición del día, aunque tuvo tiempo para ajusticiar a Vingegaard casi en línea de meta y picar varios segundos de bonificación.
Y es que el cansancio se dejó notar en una de las etapas reina de esta 112ª edición de la ronda gala, última en los Pirineos antes de viajar a los Alpes; el ascenso al coloso Tourmalet por Luz-Saint-Sauveur -19 kilómetros al 7,4%- condenó al belga Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step), que tuvo que retirarse en sus rampas después de quedarse descolgado del grupo principal.
Pogacar, que entró a 1:08 de Arensman, maneja ahora 4:13 en la clasificación provisional general sobre Vingegaard, tercero este sábado a 1:12, mientras que el alemán Florian Lipowitz (Red Bull-BORA-hansgrohe) se afianza en la tercera plaza (a 7:53) después de terminar quinto (1:25) tras el el autriaco Felix Gall (Decathlon-AG2R), a 1:19.
En la etapa reina pirenaica, no pudo ser otro que el Tourmalet el que decidiese la suerte del día. El francés Lenny Martinez (Bahrain-Victorious), hizo cumbre en solitario, pero pronto fue engullido por un grupo de escapados entre los que se encontraban el propio Arensman o el español Carlos Rodríguez (INEOS Grenadiers).
La selección de corredores se mantuvo unida hasta que, a falta de 37 kilómetros para la llegada, en el Col de Peyresourde, Arensman lanzó un ataque durante el descenso al que nadie consiguió responder. Por detrás, los favoritos no se quitaron ojo, con Pogacar manteniendo a raya a todos sus adversarios.
De hecho, bajo la pancarta de cuatro kilómetros a meta, Vingegaard intentó marcharse, pero tanto el vigente campeón del mundo como Lipowitz respondieron a su maniobra. Poco a poco, el germano se fue quedando fuera de una lucha entre los dos ganadores de la carrera francesa, que se batieron a pocos metros de la línea de llegada. Pogacar tuvo fuerzas para adelantar al danés y ampliar su renta en la general.
Antes de la segunda y última jornada de descanso de la ronda gala de cara a preparar la última semana, los corredores afrontarán este domingo la decimoquinta etapa, de media montaña entre Muret y Carcassonne sobre 169,3 kilómetros, con 2.400 metros de desnivel positivo que animarán a los amantes de las fugas.