El ciclista británico Simon Yates (Team Visma | Lease a Bike) ha ganado este lunes 14 de julio, el día de la Fiesta Nacional en Francia, la décima etapa del Tour de Francia, disputada entre Ennezat y Le Mont-Dore (Puy de Sancy) sobre 165,3 kilómetros en una fuga nutrida y de lujo en la que se metió el pillo Ben Healy (EF Education-EasyPost), que era undécimo a 3:55 de Pogacar y que le tomó la ‘Bastilla amarilla’ a un esloveno que no pudo descolgar, en la lucha de los favoritos, a Jonas Vingegaard (Visma).
Sin duda, esta etapa tuvo varios protagonistas y dos ganadores. Porque Simon Yates, en un 2025 en el que fue el líder para el Giro de Italia y logró conquistar la ‘Corsa rosa’, celebró un triunfo de etapa de mucho valor en el Tour de Francia (su tercera etapa en la ‘Grande Boucle’). Pero Ben Healy hizo lo que tenía que hacer y lo dio todo para lograr ‘su’ objetivo; ser líder, ni que sea unos días, del Tour de Francia.
El 14 de julio es el gran día festivo para los franceses y no hubo ningún corredor francés capaz de dar una alegría a sus compatriotas. Pero la fiesta estuvo ahí, con una escapada muy atrevida y llena de talento que propició un cambio de líder y, atrás, en el grupo de favorito, el Visma fue probando cosas hasta que Tadej Pogacar (UAE Team Emirates-XRG) dio dos estacazos que tan sólo el líder del equipo neerlandés, el danés Jonas Vingegaard, pudo seguir. Se enganchó con cola a la rueda del esloveno y no se soltó.
Así que Pogacar entró contrariado a la meta de Puy de Sancy, por un lado por perder (¿o será más bien ceder?) el maillot amarillo antes de la ya merecida primera jornada de descanso, y por otro lado por no poder coger más ventaja sobre Vingegaard en su pulso particular. Pero ambos sí lograron 6 segundos de margen sobre un Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step) que, estando entre ambos en la general, probó un ataque previo que no fue a más. Vista la forma de la dupla Pogacar-Vingegaard, no se le puede pedir mucho más al vigente campeón del mundo contrarreloj.
En meta, asfixiado pero ansioso por saber cuándo llegaba el vigente campeón del Tour de Francia, esperaba un Ben Healy que se exprimió al máximo en la fuga para, por decirlo rápido, tirar a la basura la etapa pero asegurarse el maillot amarillo. Y con suspense, al final lo logró y pasa a ser el nuevo líder de la general provisional con 29 segundos de margen sobre Pogacar, y eso que empezó la etapa undécimo a 3:55 del esloveno.
La entrega de Ben Healy, tanto en las subidas previas de una jornada en el Macizo Central con 4 cotas puntuables en su segundo tramo –y muchas subidas duras sin cotizar para la lucha por el maillot de la montaña–, como en las bajadas le sacaron de la ecuación de la lucha por la etapa.
Era una fuga con mucho poder, porque además de Simon Yates estaban Thymen Arensman (INEOS Grenadiers), Ben O’Connor (Team Jayco AlUla), Michael Storer (Tudor Pro Cycling Team) o Anders Halland Johannessen (Uno-X Mobility), y Healy sabía que optaba al amarillo o a la etapa. Optó por lo segundo, se sacrificó y lo logró. Fue líder virtual durante muchos momentos, al final parecía que no tendría premio pero el hecho que Vingegaard se enganchara a Pogacar propició que el esloveno no siguiera probándole. Y Healy tomó la ‘Bastilla amarilla’ de Pogacar en el Día Nacional de Francia.