El seleccionador italiano Luciano Spalletti anunció este domingo que después de la derrota contra Noruega en Oslo (3-0) el viernes se le comunicó su despido, en su primer partido de la fase de clasificación para el Mundial de 2026.

«Ayer por la noche estuvimos un rato con el presidente y me comunicó que sería relevado de mis funciones como seleccionador nacional. Lo lamenté. Hubiera preferido quedarme en mi puesto y seguir desempeñando mi trabajo», dijo en la rueda de prensa previa al encuentro contra Moldavia.

En el Mapei Stadium (Reggio Emilia) este lunes, Spalletti, que llegó a la selección de su país en agosto de 2023, terminará su etapa al cargo de Italia. La Federación Italiana de fútbol se hizo eco de las declaraciones del entrenador para confirmar su salida.

«Siempre he interpretado este papel como un servicio al país y facilitaré el futuro de la selección nacional en todos los sentidos. En otras palabras, rescindiré el contrato después de mañana por la noche: cobraré hasta mañana y a partir de pasado mañana dejaré de cobrar», añadió el técnico, con lágrimas en los ojos.

Spalletti lamentó además no haber sido capaz de «haber sacado lo mejor de cada uno» de sus jugadores, «no haber alcanzado la calidad de juego que quería», aunque recordó que se hizo cargo de Italia en un momento complicado, con otro Mundial ahora en peligro.