La Copa del Rey 2025 vivió este sábado uno de sus momentos más emotivos y lo hizo fuera de la cancha del Gran Canaria Arena, gracias a un épico encuentro de aficiones que volvió a su lugar de origen diez años después, con el barrio de Triana lleno de aficionados compartiendo la fiesta del baloncesto.

Los ingredientes eran de la mejor calidad para que el encuentro fuese histórico y así fue. Diez años después de que un grupo de aficionados iniciara la tradición en la Playa de Las Canteras, en la edición 2015, con la Copa de vuelta a Las Palmas y el crecimiento año tras año, la fiesta de las aficiones no pudo ser más impresionante con cientos de personas en las calles.

La calle Triana, precioso paseo del centro histórico de Las Palmas, desde el Parque San Telmo hasta la Plaza Stagno del Teatro Pérez Galdós donde la ACB tiene estos días una de sus ‘fan zones’, la marea de colores, de bufandas de todos los equipos de la Copa, y alguno más, enseñó una vez más a la capital de Gran Canaria y al mundo entero cómo se celebra el deporte más allá del resultado.

Después de dos días de baloncesto en Las Palmas, a las puertas de las semifinales este sábado, la tensión de cada jugada dejó sitio a la colorida procesión que cumplió su décimo aniversario. Fue un grupo de seguidores del Baskonia el que lanzó una ‘kalejira’ en 2015 que no ha dejado de crecer dejando imágenes grandiosas en plazas icónicas de A Coruña, Vitoria, Madrid, Granada, Badalona o Málaga.

La música, la charanga, los cánticos, el pique sano, el disfrutar de nuevas amistades, de una semana señalada en el calendario de muchos: Las Palmas, en pleno carnaval como anfitriona que sabe celebrar a lo grande, vibró con la mayor victoria de la Copa.