La selección española de natación sincronizada vuelve al podio olímpico y es la nueva medalla de bronce tras una gran rutina acrobática en la que confirmó su regreso a la élite en Paris 2024, sumando la quinta medalla olímpica en la historia de la ‘sincro’ española.
Al ritmo rapero de Eminem, España buscaba su oportunidad en su único tiro –el último–. El ‘One shot, one opportunity’ de Marshall Bruce Mathers III, aunque conocido como Eminem el de St. Joseph (Missouri, Estados Unidos), sirvió a España para confirmar su medalla. No la lograban desde Londres 2012, también bronce por Equipos.
Con un grado de dificultad de 26.950 puntos, de los más altos de la jornada, y sin ‘basemark’, la garra y fuerza de las nadadoras de Mayu Fujiki dieron lustre a una brillante actuación, con piruetas espectaculares, tan solo superada por China, Estados Unidos y Francia –que en el global quedó por debajo–.
Es el segundo bronce olímpico de España en natación artística, la quinta medalla –dos platas en dúo, una plata y dos bronces en Equipos– en lo que históricamente se llamaba familiarmente ‘sincro’. Tras la salida de Gemma Mengual, Andrea Fuentes y Anna Tarrés –por diversos motivos y en distintos momentos–, tan sólo Ona Carbonell pudo sostener una situación que iba a peor.
Ahora, sin una Ona que fue madrina de esta final en el Centro Acuático y que sigue aconsejando al equipo español, Mayu Fujiki lidera una renovación casi total para, quizá con menos talento individual, lograr una mejor cohesión grupal y una enorme adaptación a la nueva normativa, a ese reglamento marcado por los ‘basemark’.
Este bronce, por todo, sabe a oro. Un oro que era inalcanzable, ya que estaba reservado por un equipo de China entrenado desde el año pasado por Anna Tarrés, quien hizo despegar la ‘sincro’ en España y que ahora está llevando a las asiáticas al nivel que tenia la Rusia –vetadas por la invasión a Ucrania, también ausentes– que lo ganaba todo.
Quizá la plata sí era una posibilidad más real, pero los dos grandes ejercicios libre y acrobático preparados por la entrenadora de Estados Unidos, nuestra antigua ‘sirena’ Andrea Fuentes, fueron demasiado para las nuestras. Brillaron las ‘Fuente Girls’ y España, cerca de su máximo, no pudo tampoco con ellas.
Segundas en la rutina técnica, cuartas en la libre –por un ‘basemark’– y cuartas también en la acrobática, España es bronce en el global de la competición, a menos de 14 puntos de Estados Unidos y a 96 de las estratosféricas chinas. En un podio, el de Paris 2024, muy español.