El nadador español Hugo González de Oliveira admite que necesitaba «un cambio» y descanso «a nivel mental» después de los Juegos de París el pasado verano, ya que «entrenar en el mismo sitio más de 10 años puede ser un poco monótono» y por eso decidió fichar por el CN Terrassa y abandonar Estados Unidos de cara a un 2025 donde no busca objetivos de marca o resultados al ser «una temporada de adaptación».
«Esta temporada es muy diferente a las que he estado acostumbrado a hacer. Ha habido muchos cambios de programa, de entrenamiento, de bases, de entrenadores, de compañeros, con lo cual no es el mismo Mundial que afrontaría si estuviese de vuelta en California con mi club, sino que ahora estoy más con el club en Terrassa», analizó Hugo González en una entrevista a Europa Press antes de la presentación del nuevo Equipo Iberia Talento a Bordo.
Especialista en espalda, González de Oliveira se proclamó campeón mundial de 200 m en 2024, campeonato en el que también se colgó la plata en 100 m. Todos ellos éxitos recientes cosechados tras su extensa formación en Estados Unidos de más de una década, algo que cambió después de los Juegos de París del verano pasado.
El balear, de 26 años, decidió fichar por el CN Terrassa, una apuesta arriesgada para explorar más sus límites. «Es una temporada de adaptación. Probar cosas nuevas, si funcionan, continuarlas, y si no, hacer cambios. El objetivo principal no es tanto esta temporada, sino el llegar antes de los Juegos y saber qué es lo que hay que hacer para llegar al Mundial», relató sobre un campeonato internacional que se disputará en julio en Singapur.
«Necesitaba darme un descanso. No fuimos al Mundial de Piscina Corta este año en diciembre, necesitaba un descanso a nivel mental. Y el cambio es necesario, considero que entrenar en el mismo sitio más de 10 años seguidos puede ser un poco monótono. Merecía la pena hacer un cambio y, como todos los cambios, nunca son fáciles», reveló sobre su decisión de establecer su base en España.
«NO HABRÍA IDO A TERRASSA SI LOS JUEGOS FUERAN EL AÑO QUE VIENE»
González auguró un «proceso largo» hasta aclimatarse a su nueva ‘vida’ en la piscina. «Desde luego que no va a ser una sola temporada», adelantó. «Quiero usar estas dos temporadas para analizar, para probar cosas nuevas y coger lo que funcione. Y si no funciona, pues volver a lo que ya hacíamos antes en California», agregó.
«Al haber tantos cambios, no hay un objetivo principal en el agua o en los tiempos, sino más en planificación. El objetivo es analizar cambios, ver qué es lo que funciona y lo que no. Tengo entrenamientos a los que no estoy acostumbrado y que a lo mejor entiendo menos. Tenemos el Mundial y queremos ir a competir y dar lo mejor, pero el objetivo es ver cómo lo estamos haciendo. En dos temporadas tendremos un dibujo perfecto de qué es lo que hemos probado desde 2019 hasta ahora», avanzó.
El español también ha completado hace semanas en Texas (Estados Unidos) un programa con Bob Bowman, mentor del exnadador Michael Phelps, el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos con un total de 28 medallas, y Léon Marchand, nadador francés que brilló en París con cuatro oros y un bronce. Todo, para sumar nuevos conceptos y conocimientos después de un gran 2024, que no genera en González ni «presión», ni «confianza».
«Este año, a diferencia de otros, no tenemos un plan escrito como en California, el hecho de empezar en un programa distinto implica que realmente no hay objetivos a corto plazo. Estos cambios nunca los haría en los Juegos. Si el año que viene fuera a los Juegos, no estaría en Terrassa, no habría hecho el programa con Bob. Entonces creo que son dos años para ver si esto funciona y si no, volver a lo que sabemos que nos ha hecho obtener títulos mundiales, europeos», reiteró.
Finalmente, el nadador español opinó sobre el «controvertido» asunto de los Enhanced Games (Juegos Mejorados, en español), en los que los deportistas no están obligados a superar pruebas antidopaje. «Hay nadadores o campeones olímpicos que opinan que es una pérdida de tiempo, hay otros que opinan que es necesario», dijo.
«Por ahora, no he tenido tiempo para formar una opinión. Creo que las pruebas principales que se están nadando son de 50, de velocidad. No me suena haber visto un programa de pruebas de 100, 200 metros o demás, que son las que la mayoría del mundo nada, o las que yo nado. De cierto modo, digamos, tampoco me afecta», concluyó.