La selección española de fútbol ha cerrado los primeros dos encuentros de la fase de clasificación para el Mundial 2026 con goleadas a domicilio ante Bulgaria (0-3) y Turquía (0-6) en las que los jugadores de segunda línea como Mikel Merino y Pedri González fueron muy protagonistas a nivel ofensivo, anotando entre ambos seis goles, y evidenciando que la actual campeona de Europa sabe repartir el peso ofensivo y no centrarlo sólo en la delantera.
España ha demostrado en el primer parón de selecciones de la temporada 2025-26 que actualmente es el rival a batir. Los pupilos de Luis de la Fuente han rayado a gran nivel en las dos primeras jornadas de fase de clasificación para el próximo Mundial 2026 y han logrado dos victorias contundentes en las que han anotado nueve tantos y mantenido su portería a cero.
Y es que si algo está caracterizando a ‘la Roja’ en los últimos tiempos en el caudal ofensivo con el que somete a sus rivales. En cuatros de los últimos cinco encuentros –Países Bajos, Francia, Bulgaria y Turquía– ha anotado al menos tres goles. En total, 19 veces ha perforado la portería rival con hasta siete goleadores diferentes. Entre ellos, destacan los nombres de centrocampistas como Pedri, Mikel Merino y Zubimendi, poco asiduos en esta faceta.
Y es que la línea de centrocampistas titular en los partidos ante Bulgaria y Turquía se ha desatado como goleadora. Desde el duelo ante Países Bajos, han marcado nueve goles –Mikel Merino (5), Pedri (3) y Zubimendi (1)–, es decir, casi el 50 por ciento de los tantos del equipo. Un registro que habla excepcionalmente de la capacidad de llegada de segunda línea del equipo español, que permite a los atacantes descargarse del peso del gol y encontrar mayores opciones ofensivas.
Un arma que comenzó a aparecer ya en la Eurocopa conquistada por España el pasado verano, en la que Dani Olmo (3), Fabián Ruiz (2), Merino y Rodri se sumaron a la causa goleadora. En tierras germanas los centrocampistas fueron importantes en momentos clave como el partido ante Georgia –gol del empate de Rodri– y ante Alemania –goles de Dani Olmo y Mikel Merino–.
Pero lejos de ser un recurso puntual del campeonato continental, España ha sabido prolongarlo en el tiempo e, incluso, mejorarlo. Desde que se proclamara campeona de Europa, ‘la Roja’ ha disputado 12 partidos –diez de la Liga de Naciones y dos de clasificación para el Mundial 2026– en los que ha conseguido marcar 34 tantos. Una cuantía goleadora a la que los centrocampistas han aportado 14 de ellos, es decir, el 41 por ciento.
De hecho, los registros de la medular son muy cercanos a los 18 aportados por los atacantes. Una nómina de 14 goles en la que han participado hasta cinco jugadores, siendo Mikel Merino el particular ‘pichichi’ de esta línea con seis goles. Además, también han aportado Pedri (3), Fabián Ruiz (2), Martin Zubimendi (2) y Álex Baena (1). Todo ello en 12 partidos, lo que significa que el centro del campo español promedia más de un gol por partido en este periodo.
Especialmente destacable es el papel del centrocampista navarro, que ya se desató la temporada pasada en el Arsenal FC inglés, a las órdenes de Mikel Arteta, como goleador en una posición de obligado ‘9’ por las lesiones, un nuevo registro en su fútbol que trasladó al equipo nacional.
Merino ya es el segundo máximo goleador de la ‘era De la Fuente’ con ocho goles, sólo por detrás de Mikel Oyarzabal (11), un jugador que tampoco es un ‘9’ puro. Además, en sus últimos seis encuentros como internacional ha marcado seis goles, con una media de un gol cada 60 minutos y aprovechando bien el hueco dejado por Fabián Ruiz y sus problemas físicos. Un desempeño goleador en al que también ha contribuido el seleccionador, colocando al navarro en una posición más adelantada, ocupando la mediapunta.