Tras dos victorias y dos derrotas, los de Jordi Ribera se la jugaban, les valía el empate para pasar aunque eso hubiese supuesto citarse con Dinamarca, y sacaron una gran versión para no dar opciones a los croatas en el primer tiempo. Las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, junto una buena defensa, ayudaron a que el resto funcionara, pero tras el descanso tocó sufrir.
España volvió con la falta de efectividad que le ha complicado la vida en el torneo y, hasta el último segundo, no llegó el 32-31 con el que certificó su pase como tercera del Grupo A.