El Real Madrid se ha clasificado por penaltis para los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras el 2-1 de la ida y pese a su derrota (1-0) de este miércoles fuera de casa contra un Atlético de Madrid que por momentos ha rozado la remontada, pero que otra vez ha encontrado en su vecino de la capital a su verdugo en la máxima competición europea.
El penalti decisivo anotado por Antonio Rüdiger en la tanda (2-4) dejó helado al Riyadh Air Metropolitano, rebosante como en las fechas señaladas y con un tifo desplegado en la grada bajo el lema ‘Me mata, me da la vida’, pero que vio a su equipo perecer en esta vuelta de octavos de final y en la que el tempranísimo gol de Conor Gallagher se quedó sin recompensa.