La patinadora de velocidad alemana Claudia Pechstein, la deportista de su país más laureada en los Juegos Olímpicos de Invierno, anunció este lunes su retirada a los 53 años y once días después de que llegase a un acuerdo con la Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo (ISU) en su larga disputa sobre las reglas antidopaje.

«Ya es suficiente. Siempre dije que cuando todo terminara, pararía. Así que ahora puedo colgar los patines y dar por terminado el asunto», dijo Pechstein, que en el futuro quiere seguir trabajando como entrenadora y consultora. «Seguiré en el hielo, pero ya no como deportista», añadió la ganadora de nueve medallas olímpicas, cinco de ellas de oro.

Sin embargo, Pechstein fue suspendida en el año 2009 durante dos años por dopaje sanguíneo tras detectarse valores sanguíneos sospechosos en su pasaporte biológico. La alemana nunca dio positivo en un control y dijo que las pruebas mostraron que los niveles elevados de reticulocitos eran el resultado de una anemia sanguínea llamada esferocitosis que heredó de su padre.

Por ello, recurrió a los tribunales civiles después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) confirmara en 2011 la suspensión dictada por la ISU. Un tribunal regional de Múnich (Alemania) sugirió que se llegase a un acuerdo el pasado mes de octubre después de que el caso le fuera devuelto nueve años despés a través de un fallo de 2022 del Tribunal Constitucional de Alemania.

La patinadora demandó a la ISU una compensación por daños por valor de 8,4 millones de euros al considerar injusta la sanción impuesta, pero finalmente las dos partes llegaron a un acuerdo. La federación informó que Pechstein y su padre se sometieron a pruebas en un hospital suizo donde se determinó que la deportista sufre «una forma leve de estomatocitosis hereditaria deshidratada (DHS)».