El municipio de Pelahustán ha dado un paso significativo hacia la recuperación de sus tradiciones al presentar este lunes en el Centro Cultural San Clemente de Toledo los Moharraches, una mascarada de invierno que entrelaza la naturaleza, la comunidad y la identidad local.
Pelahustán recupera su mascarada de invierno
La presentación estuvo a cargo del vicepresidente de la Diputación de Toledo, Joaquín Romera, quien estuvo acompañado por el alcalde de Pelahustán, Roberto García, el teniente de alcalde Isabelo Herreros y el promotor de esta iniciativa cultural, Ramón González. La Diputación de Toledo ha difundido esta información a través de una nota de prensa.
Juntos, los representantes dieron a conocer el proceso de investigación y la colaboración de los vecinos que hicieron posible el renacer de esta costumbre, que había estado ausente durante siglos pero que es profundamente significativa en la memoria colectiva de la Sierra de San Vicente.
La iniciativa ha sido impulsada por un grupo de vecinos que han mostrado su compromiso por la recuperación del patrimonio cultural de su localidad, con el apoyo del Ayuntamiento de Pelahustán y el respaldo de la Diputación de Toledo. Durante su intervención, Joaquín Romera destacó que «los Moharraches simbolizan la conexión entre naturaleza, comunidad y festividad».
Un símbolo de identidad y orgullo
Romera también subrayó que «esta tradición se remonta a celebraciones como San Blas o San Andrés, y a lo largo de los siglos ha estado presente en festividades con personajes como la vaquilla, representando la fuerza animal, la conexión con la tierra y el vínculo con la ganadería de esta comarca. Hoy, casi tres siglos después, los Moharraches vuelven a recorrer Pelahustán como un símbolo de identidad y orgullo popular».
El vicepresidente enfatizó que «la Diputación de Toledo está comprometida con la conservación del patrimonio inmaterial de nuestros pueblos, y por eso apoyamos decididamente iniciativas como esta, que fortalecen la cohesión social, la participación vecinal y el orgullo de pertenencia a la provincia».
Agradecimientos y futuro de los Moharraches
El alcalde, Roberto García, agradeció la colaboración de la Diputación y de los vecinos en este proyecto, afirmando que «gracias al trabajo de todos los componentes de los Moharraches, no solo han devuelto a nuestras calles una tradición centenaria, sino que se han convertido en verdaderos embajadores de Pelahustán, llevando con orgullo el nombre de nuestro pueblo allá donde van».
García resaltó que «representan el compañerismo, la tradición y el amor por nuestras raíces, valores que definen a Pelahustán y nos hacen sentir orgullosos de ser quienes somos». También confirmó que «este año, con motivo de la festividad de San Andrés, volverán a desempeñar un papel protagonista en nuestras celebraciones, con una de las actividades troncales el próximo 29 de noviembre».
El alcalde añadió que «seguiremos trabajando juntos para que los Moharraches continúen creciendo, se conozcan más allá de nuestras fronteras y se consoliden como un símbolo de identidad y orgullo para todos los pelahustaneros», reconociendo el papel de Ramón González en la recuperación de esta tradición.
La historia de los Moharraches
Ramón González, promotor de la recuperación de los Moharraches, explicó su historia, las prohibiciones que enfrentaron y su importancia ancestral. En el último año, el grupo ha crecido a diez miembros, despertando un interés nacional e internacional por lo que representan.
González relató que «la historia de los Moharraches es una historia de prohibición y lucha, ya que en 1731 la Iglesia los prohibió y el pueblo se levantó en defensa de la tradición. A pesar de los esfuerzos, las prohibiciones sucesivas llevaron a su olvido, y hoy solo perduraban las cencerradas de la noche de San Andrés».
El teniente de alcalde, Isabelo Herreros, actuó como pregonero de la fiesta, anunciando su llegada y relevancia social. Los intervinientes también recordaron el trabajo del investigador David Morales y su artículo «Mascaradas de Invierno», que inspiró el resurgimiento de esta tradición, permitiendo que Pelahustán vuelva a vibrar con el sonido de los cencerros, las máscaras de corteza y el espíritu festivo de los Moharraches.
Esta celebración no solo une el pasado y el presente, sino que también devuelve vida, identidad y orgullo al pueblo, consolidando a Pelahustán como una de las localidades toledanas que apuestan por recuperar su patrimonio cultural.
