El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, realizó declaraciones este jueves sobre la situación actual de la entidad, enfatizando su carácter privado y la influencia del ámbito público en sus operaciones. Louzán expresó su desacuerdo con la inhabilitación sufrida por su predecesor, Pedro Rocha, y la necesidad de un marco regulatorio claro que defina las competencias de la RFEF.
La RFEF y su carácter privado
Louzán subrayó que, aunque la RFEF es una «entidad privada», la legislación permite la intervención del ámbito público, lo que ha generado conflictos en el pasado. «La regulación de este país permite que el ámbito público pueda entrar, porque tenemos competencias delegadas», afirmó. El presidente se mostró crítico con la inhabilitación de Rocha, quien fue sancionado por despedir al secretario general, Andreu Camps, con un acuerdo previo. «Ahora, después de que el Tribunal Administrativo del Deporte no lo hubiera ni dejado estudiar las alegaciones, finalmente la justicia ordinaria le ha dado la razón», indicó Louzán.
Críticas a la inhabilitación de Pedro Rocha
Louzán cuestionó la efectividad de la decisión judicial, afirmando: «¿De qué vale que le haya dado la razón ahora, un año y medio después de la inhabilitación?». Según él, la intervención del ámbito público en la RFEF es excesiva y perjudicial. Además, destacó la falta de un decreto que regule la nueva Ley del Deporte, aprobada a finales de 2022, lo que ha dejado numerosas lagunas.
Compromiso con el Gobierno y la unidad en el fútbol español
El presidente de la RFEF resaltó su compromiso de trabajar con todos los actores del fútbol, incluyendo al Gobierno. «He estado con el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, en varias ocasiones y estoy abierto a escuchar, a pesar de que pueda haber diferencias de opiniones», mencionó. Louzán expresó su responsabilidad de priorizar el interés general sobre las diferencias personales.
Iniciativas para mejorar la federación
Al inicio de una nueva etapa, Louzán reconoció que, aunque se han hecho cosas bien en el pasado, es crucial implementar cambios para lograr la estabilidad necesaria. «Que no se hable ni del presidente de la RFEF ni de la federación, sino que el trabajo fluya y que el fútbol español esté en el lugar que se merece», añadió. El presidente se mostró optimista sobre el futuro de la RFEF, deseando que todos los actores hablen desde un mismo espacio, a pesar de las diferencias.
Creación de comisiones de trabajo y colaboración
Por primera vez, la RFEF se sentó a la mesa con los 42 clubes profesionales para crear una comisión de trabajo enfocada en la reforma del sistema arbitral. Louzán destacó que este esfuerzo ha sido productivo y continuará, aunque requiere tiempo. También se han establecido diálogos con Liga F y el sindicato AFE, con quienes anteriormente existía un enfrentamiento constante.
Logros y retos futuros
El presidente de la RFEF mostró satisfacción por los avances logrados en los últimos diez meses, aunque reconoció que queda mucho por hacer. «Quiero decirle a todos los actores que vamos a intentar estar a la altura y no defraudar a quienes nos han dado la confianza», concluyó. Louzán también elogió la labor de las Territoriales en la formación y el deporte, destacando la organización de más de un millón de partidos y la cifra de ingresos cercana a los 400 millones, lo que refleja la importancia económica de la RFEF.
