La imagen de Toledo mirando de nuevo al río Tajo está cada vez más cerca. El alcalde Carlos Velázquez, la vicealcaldesa Inés Cañizares y varios concejales han supervisado sobre el terreno las obras de conexión de Vega Baja, el Circo Romano y el Casco Histórico con el Tajo, una intervención a punto de finalizar que persigue recuperar el valor medioambiental, histórico y cultural de este corredor ribereño y abrirlo a la ciudadanía con nuevos espacios públicos de referencia.
El concejal de Hacienda, Fondos Europeos y Participación, Juan José Alcalde, subraya el sentido de la obra: “Es fruto de un objetivo claro del alcalde, poner a Toledo mirando hacia el río”. En este marco ya se han instalado pasarelas peatonales que permiten pasear “tranquilamente” y circular en bicicleta entre los grandes hitos patrimoniales y la lámina de agua, cosiendo áreas que hasta ahora funcionaban como islas.
La actuación forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea a través de fondos Next Generation, con un presupuesto de 872.333,76 euros. Más allá de la obra civil, el proyecto reordena recorridos, mejora accesos y crea miradores y estancias para disfrutar del paisaje fluvial, al tiempo que impulsa la movilidad activa y la reducción de tráfico en entornos sensibles del Casco Histórico.
Con la Vega Baja ganando protagonismo y el Circo Romano mejor conectado, el Ayuntamiento confía en que este eje se convierta en un paseo cotidiano para toledanos y visitantes: un itinerario que combine patrimonio, naturaleza y deporte suave, y que devuelva al Tajo su papel de gran columna vertebral de la ciudad.