El atleta español Adrián Ben reconoce que la prueba del 1.500 metros es «un nuevo reto» para él porque, al contrario que con el 800, que le sale más «natural», necesita «un poco más de experiencia» y el Europeo por Equipos es una nueva «oportunidad», un torneo que le genera «escalofríos» por celebrarse en Madrid.
«Lo más parecido que he podido vivir es el mitin de Madrid. Llevo sin perdérmelo casi cuatro años, porque para mí es ‘supermío’. Se me ponen hasta los pelos de punta al decirlo. Es muy importante cuando compito en casa, aunque yo soy gallego, llevo nueve años viviendo en Madrid, he entrenado en Gallur, en Vallermoso. Y que en la grada esté tus amigos, tu gente. Me dan escalofríos solo de pensarlo porque es una emoción. Es lo más grande que hay», comentó en una entrevista a Europa Press.
Adrián Ben está emocionado de competir en casa en un evento internacional y «experiencia» que le recuerda a la San Silvestre Vallecana. «Siempre había sido de los que no escucho. Siempre me habían preguntado, ‘¿me has escuchado cuando te animabas?’ Y siempre digo que no escucho nada, como si no hubiera nadie. Creo que es mentira, creo que me llevo jodiendo toda la vida», reflexionó.
«Es una especie de vibración, que inconscientemente sabes que estás ahí y sabes que tienes que dar más de lo que normalmente das porque está tu gente en la grada. Y que esos ánimos siempre llegan y no dejan de ser energía positiva que te llega, una espiral ascendente que yo creo que lo que termina es un desarrollo positivo, sobre todo, de capacidades físicas. Es un punto más a sumar», agregó.
Y Ben llega «muy contento» al Europeo por Equipos que se disputa este fin de semana en Madrid. «En nivel de confianza, preparándome. No me encontré para nada cómodo corriendo los mítines (en 1.500). Cada vez me encontraba peor y era porque no estaba haciendo una buena preparación. Al final, tantos años preparando 800 creo que me estaban dejando un lastre, por ejemplo, a la hora de hacer kilómetros, que en el 1.500 sí son necesarios», valoró su puesta a punto.
El gallego, campeón continental en pista cubierta de 800 metros, ha cambiado el enfoque de entrenamientos. «Me decían, ‘te estás equivocando, te estás yendo al 800’, pero la pista cubierta es competir cada cuatro días, como dejes de hacer kilómetros, te vas a ir hacia abajo. Y efectivamente fue lo que me pasó. En cuanto me di cuenta, volví a darle», analizó.
«En el campeonato de España me encontré muy bien, me llevé un segundo puesto que no conseguía desde 2019. Con lo cual dije, ‘jolín, creo que en el Mundial puedo hacer algo bueno’. Y fuimos finalistas mundiales en una prueba que llevábamos entrenando casi un mes», celebró el gallego.
Por ello, Ben ve el 1.500, más que un regreso a sus raíces -fue bronce en categoría sub-20 en esa distancia en 2017-, «es un nuevo reto». «Me considero una persona de 800 y ‘milqui’, no me considero ni de uno ni de otro. En 800 me lo he pasado muy bien y he hecho cosas muy grandes. He sido campeón de Europa, doble finalista mundial, finalista olímpico. Pero creo que en el 1500 no tengo por qué quedarme atrás», advirtió.
«El 800 sí que me sale un poquito más natural que el 1.500, pero es que llevo tanto sin correr uno que el componente táctico no soy capaz todavía de entenderlo al 100%. Necesito un poquito más de experiencia y este domingo es una muy buena oportunidad para ver cómo estoy. Va a ser una carrera dura, y va a ser casi más importante el tener piernas como el estar bien colocado», opinó.
En su regreso al 1.500, Ben admitió que es «bastante mejor» atleta en 800, distancia con la que se siente «más cómodo», aunque el 1.500 le genera esas ‘mariposas’ en el estómago. «Está claro que es diferente al área libre, hay menos espacio y a mí no me beneficia por mi manera de correr. Es como un río, y puedo surfearlo bien. En cambio, en el 1.500 todavía no soy capaz de ver por dónde va esa línea», agregó.
Pero necesitaba un cambio, y su quinto puesto en 800 en los Juegos de París «influyó». «Me notaba un pelín quemado del 800. Además, no estaba teniendo la oportunidad de correr grandes mítines, porque creo que soy un aleta de campeonato, que rindo muy bien en los campeonatos. Simplemente me sentía un pelín apartado de otras oportunidades», reveló.
Y simplemente decidí que mi vida iba a correr por el sentido del 1.500, pensaba en el 800 y no me sentía tan emocionado. Entonces me daba emoción. Y yo hago esto para disfrutar. En el 1.500 tengo una capacidad para poder conseguir cosas grandes. Sé que es un proceso que lleva tiempo, que lleva sus carreras, que lleva gastar vidas hasta que haces el clic y ya eres capaz de ver las cosas antes de que pasen como en el 800″, comentó.
También es importante la nueva mentalidad de Ben, alejándose de la competitividad tóxica. «Me ha costado muchos enfados y muchas cosas, pero vas madurando, sabes cuándo tienes que apretar, cuándo no tienes que apretar, pero está claro que no me gusta perder ni a las canicas y siempre intento esforzarme», defendió.
«Con Águeda (Marqués), los dos somos atletas de alto rendimiento, profesionales y ya está hablado, ya sabemos por los pies que cojeamos, con lo cual, cuando uno ve que el otro se pone de una manera, y el otro de otra manera, ya sabemos por dónde torear», añadió sobre el día a día con su pareja y también miembro de la selección.
Este domingo, Ben cree que «no va a ser una carrera lenta». «Espero que la carrera se limpie, simplemente estar bien colocado y con las fuerzas que tenga y las piernas que yo pueda, el resto de los atletas son muy buenos, pero confío en mi final, confío en que estamos en un buen estado de forma y sobre todo que competimos en casa para luchar por la victoria», dijo un optimista Ben.
Y al ser una competición por equipos, arriesgarse o no será clave. «Este domingo, a guardar fuerzas, intentar jugar la bala que tenga, si es al principio, al principio, estar bien colocado, ser inteligente, sobre todo, no voy a probar nada nuevo. Hacer lo que sabemos que funciona e intentar sacar los máximos puntos, no me la voy a jugar y quedar sexto, si puedo quedar cuarto», concluyó.