El Melilla CD Torreblanca y el CD Burela se enfrentarán este domingo (16.00 horas) en la final de la XXXII Copa de la Reina de fútbol sala, que se está disputando en Cartagena, tras sus respectivas victorias de este sábado en las semifinales contra el Castro Bloques Cando (por 2-2, 4-3 en penaltis) y frente al Poio Pescamar (por 1-2).
El equipo melillense, vigente campeón, se adelantó en la primera ‘semi’ a los cinco minutos gracias a un robo de Ana Luiza, que precedió a una triangulación y donde Amandinha dio un pase ‘de la muerte’ para que la propia Ana Luiza marcase. Bia Souza falló luego un penalti para ampliar esa ventaja y el Castro se envalentonó hasta lograr el empate.
De hecho, el 1-1 antes del descanso fue de penalti, forzado y anotado por Dani Sousa para batir por abajo a Bia Da Silva. En la reanudación, el paso del tiempo aumentó los nervios y siete minutos del final, en una buena combinación ofensiva, Laura Boix habilitó dentro del área para que Antía de remate cruzado consiguiera poner por delante al Castro.
Con escaso reloj por agotar, el Melilla apuró situación de portera-jugadora y Nega en el segundo palo, tras una prolongación de Juliana, devolvió las tablas con la que todo se dirigió a la tanda de penaltis. Los goles ahí de Ana Luiza, de Bia Souza, de Jane y de la propia Nega sacaron el billete melillense para defender su título en otra final.
En la segunda ‘semi’, el Burela obstaculizó la salida de balón del Poio y tuvo muchas ocasiones para abrir la cuenta, pero mostrándose a veces sin suerte y otras sin puntería hacia el arco de Elena González. Para colmo de las lucenses, Laura Uña remató el 1-0 en el 28′ en una pelota muerta de la guardameta después de un tiro de Elena Aragón.
A raíz de un tiempo muerto, Dany Domingos empató aprovechando también un despeje en corto de la portera tras el previo remate de Antía. Poco más tarde, Emilly Marcondes recortó a su par hacia fuera y dentro del área enganchó un zurdazo alto y fuerte que Elena González rozó con la cara, pero sin evitar el 1-2 que a la postre fue definitivo.